Tres décadas aportando a las operaciones y a la educación en su Fuerza Aérea Colombiana
“La mejor enseñanza que le podemos dejar a las nuevas generaciones, es el amor por la institución, es construir su proyecto de vida en la Fuerza Aérea Colombiana uniendo su familia a su desempeño profesional, procurando entregar siempre lo mejor para el engrandecimiento de nuestra nación”. Así lo expresa el Técnico Jefe de Comando Juan Edilberto Guio Vargas, quien desde hace tres años fue designado Asesor de Comando de la Escuela de Suboficiales “Capitán Andrés M. Díaz” lo que significó para él más que un cargo, una oportunidad revestida de una gran responsabilidad, pues es esta la cuna donde se forman y se cimentan las bases de los futuros Suboficiales como columna vertebral de una institución, con la misión de garantizar, soportar y proteger la capacidad y poder de combate de la Fuerza Aérea Colombiana.
Sus 1,86 metros de estatura, postura erguida y tono de voz fuerte no le permiten pasar inadvertido, pero más que sus cualidades físicas, es ese carácter que sus subalternos describen como una mezcla entre templanza y nobleza, que lo destaca como líder y ejemplo. Y como si se tratara de una misión refrendada en su pecho, el apellido Guío, fue una señal que le mostró un camino de liderazgo para guiar a quienes como él eligieron servir al país desde la suboficialidad.
Egresado de la Escuela de Suboficiales en el año 1993 de la tecnología de Comunicaciones Aeronáuticas; en ese entonces el Técnico Cuarto Guío fue destinado al CACOM-1 como su primera Unidad, donde trabajó en la Oficina de Información Aeronáutica, desempeñando a lo largo de su permanencia cada uno de los cargos propios de su especialidad en el área de control de tránsito aéreo.
Posteriormente, fue destinado a la Jefatura Operaciones Aéreas en la sección de meteorología, donde fue parte del proceso que trajo por primera vez a Colombia las estaciones meteorológicas satelitales en 2001, y con ello se dio inicio a la formación en esta área para los Suboficiales de la Fuerza Aérea Colombiana.
Su sobresaliente desempeño académico dentro y fuera del país, sumado a la obtención de su título de pregrado en Ingeniería de Sistemas, lo hicieron el candidato idóneo para ocupar el cargo de Jefe del programa de Comunicaciones Aeronáuticas en el año 2011 en la Escuela de Suboficiales “Capitán Andrés M. Díaz”.
Su llegada al alma mater de la suboficialidad marcó una era de transformaciones en materia de educación y formación militar. Lideró el proceso de renovación de acreditación en alta calidad por una vigencia de 6 años. Su participación en la estructuración del plan de carrera educativa E4 para el cuerpo de suboficiales se está materializando con el primer grado de especializaciones tecnológicas que tendrá lugar en diciembre del presente año.
En 2017 fue destinado a ser parte del Programa Integral para Suboficiales de Alta Jerarquía – PISAJE, programa que busca fortalecer las competencias técnicas y profesionales de los Sargentos Mayores de Comando y sus equivalentes en cada una de las Fuerzas, para que desempeñen con éxito su rol como asesores de los comandantes en cada uno de los niveles del mando, y como preámbulo a su ascenso en el máximo escalafón de la carrera de suboficial. Una vez culmina esta fase, en diciembre de ese mismo año retorna a ESUFA, esta vez como Asesor de Comando.
Quienes lo conocen describen su trabajo como impecable y organizado. Los suboficiales que hacen parte del alma mater ven en su jerarquía la representación de los principios y valores institucionales. Su liderazgo se evidencia en cada una de las actividades y proyectos que enmarca la carrera y el bienestar del cuerpo de suboficiales.
Para el Jefe de Comando Juan Edilberto Guio, recordar los momentos vividos, analizar la trayectoria y dejar para las nuevas generaciones un proceso de formación académica y militar más sólido es parte de las satisfacciones que deja una larga carrera marcada por momentos de felicidad, pero también, en muchas oportunidades momentos de preocupación que nos enseñan la importancia del trabajo en equipo para sobreponernos a cada una de esas dificultades.
Luego de más de tres décadas de carrera militar que encierran incontables satisfacciones, el Jefe de Comando Guio decidió pasar a la Reserva Activa dejando entre sus hombres y mujeres un legado de disciplina, compromiso e integridad.
Pronto, este insigne Suboficial dejará de usar su segunda piel, aquella que porta desde aquel 14 de enero de 1991 cuando de la mano de sus padres, quienes lo veían soñar con defender el estandarte nacional, llegó a la guardia de su alma mater, el lugar donde inició un sueño y donde 30 años después, de la mano de su esposa, hijas y padres termina este ciclo con la firme convicción de continuar conservando su esencia y el sentimiento patrio que siempre guió su carrera y sus buenas decisiones.